Calendario 2019. Doce aves.

Este año voy con un retraso de aupa para publicar este post pero aquí está por fin: nuestro calendario 2019. Disculpa por la calidad de las fotos, pero últimamente me cuesta mucho sacar tiempo para el blog y el día que hice las fotos la luz no era la adecuada precisamente, y como no quería seguir demorando la publicación, tuve que conformarme. Como dicen: «mejor hecho que perfecto».

Dejando eso a parte, te pongo en situación. Por si no lo sabías, tengo la tradición junto con mi marido de diseñar, montar y regalar el calendario del siguiente año a la familia y amigos más cercanos. Cada calendario es totalmente diferente al del año anterior en temática y estilo y eso crea más espectación y sorpresa, cosa que mola mucho.

Mi vida en pausa mientras el mundo sigue girando

Yo nunca he sido de planificar a largo plazo porque soy muy consciente de que la vida da muchas vueltas y de que los planes, muchas veces, se truncan. Pero conocí a un chico, y poco a poco se fue convirtiendo en mi compañero de vida. Con el tiempo, empecé a sentir que necesitaba un plan, y entonces me di cuenta de las cosas que quería y empecé a planificarlas. Empecé a pensar que me gustaría tener dos hijos y que el primero quería tenerlo cuando cumpliera 30 años. Además, entre ellos tendrían que llevarse dos años de diferencia porque es lo que yo me llevo con mis hermanos y me parecía la distancia de tiempo adecuada, ya ves.

Pero de repente, una proposición de matrimonio se cruzó en esos planes y acepté sin dudarlo aun sabiendo que tendría que aplazar esos planes al menos un año. Pero bueno, sabiendo que todo iba encaminado hacia la vida que quería, no me importaba. Y unos meses después de casarnos me quedé embarazada. Justo lo que quería, todo iba genial y no podía ser más feliz. El embarazo fue bien y sin ninguna complicación y terminé teniendo el bebé más bonito del mundo (claro, ¿qué va a decir una madre?).

Julio 2015

Vacía tu casa y simplifica tu vida

Creo que no somos conscientes de la cantidad de cosas que tenemos. En serio. Si te pusieras a contar una a una las cosas que tienes en casa, podrías contabilizar millones sin exagerar.

Yo he hecho un experimento durante el mes de febrero para tomar consciencia sobre este tema y ya te adelanto que al terminarlo me siento más liberada y con la mentalidad un poco cambiada también. Me apunté por casualidad y por probar a un reto que propuso Mar Ferré por las redes sociales. Ella es organizadora profesional y su reto se llama «reto 465 – 30 días para simplificar tu vida».

Calendario 2018. Un icono para cada mes.

Te presento nuestro nuevo calendario para el 2018.

Si me conoces desde hace tiempo, sabes que desde hace unos años, cada Navidad Rubén y yo preparamos un calendario que diseñamos, imprimimos y montamos en casa para regalar a nuestros familiares y amigos.

Si te soy sincera, el calendario de este año puede que sea mi favorito. Cada año intentamos que sea lo más personal posible en cuanto a la idea y el diseño, pero siempre se nos echaba el tiempo encima y teníamos que ir a lo fácil. Esta vez lo hemos podido preparar con tiempo, lo que nos ha permitido prepararlo mejor y disfrutar del proceso.

Sutiles señales de que eres fan de Star Wars

Cuando una temática te gusta mucho, a veces no hay que abusar de ello, sobre todo si se trata de la decoración de tu casa. Y tampoco hace falta que seas un/a friki de Star Wars para identificar y sentirte atraido/a por algunas de las imágenes de esta saga, que prácticamente forman parte de nuestra cultura general.

Os traigo la segunda parte del post que escribí hace ya unos meses: Trilogías en las paredes. Al acabar dicho post decía que me faltaba hablar de una de las sagas más famosas del cine, y que dedicaría un post entero solo para eso ya que había encontrado demasiado ejemplos y no quería saturaros de una sola vez. Pues bien, aquí os enseño lo que he encontrado, aunque os aseguro que hay ejemplos infinitos por la red. He seleccionado los que más me han gustado y seguro que podríais decirme cual es vuestro favorito de todos ellos.

Pequeño kit para plantar en un terrario

Os quiero presentar una novedad de ZetaGlass.

Para quien aun no lo sepa, ZetaGlass es mi pequeña marca personal donde fabrico a mano complementos y objetos de decoración en vidrio como el terrario de la foto.

Calendario 2017. Un año lleno de paisajes.

Como cada fin de año, Rubén y yo preparamos un calendario para regalar en la cena de Nochevieja. Puedes ver los de los años anteriores pinchando en ellos: 2014, 2015, 2016.

En esta ocasión nuestra propuesta ha sido mezclar fotos de paisajes con la palabra de cada mes de manera que todo forme parte de la misma escena.

Trilogías en las paredes

Me considero una cinéfila y siempre me ha parecido original la idea de decorar la casa mediante carteles de películas. Me parece una forma muy personal de dar un toque diferente que además dice mucho del dueño de la casa. Aunque he de reconocer que no creo que lo lleve a cabo nunca. Me gusta para las casas de otros, no para la mía, ya me entendéis.

Están los típicos póster de películas antiguas que dan un toque vintage o carteles de películas más actuales que quedan más modernos, pero yo lo que os voy a enseñar aquí es una versión diferente. No son carteles originales de películas si no que son interpretaciones minimalistas que han creado algunas personas de algunas de las películas más famosas. Pero además no son películas sueltas, si no que se trata de trilogías o composiciones formadas por tres películas siguiendo una misma temática, cosa que me parece mucho más compleja y divertida.

Éste por ejemplo es de Alien.

Microhistorias n2. El pequeño jardín.

«Había una vez un pequeño jardín en lo alto de una pequeña colina blanca. Tan solo tenía unas pocas plantas variadas y no siempre eran las mismas, puesto que aquel lugar servía de tránsito para ellas y siempre estaba en constante cambio. Aunque había algunas plantas fijas, otras iban y venían según la temporada. Ese pequeño rincón en lo alto de esa pequeña colina blanca era perfecto en ese mundo imperfecto. Era el único lugar donde ellas podían descansar, alimentarse de la luz y mantenerse al margen de la caótica vida que se vivía alrededor. Pero la tranquilidad de ese pequeño lugar no duraría para siempre.

Desde hace algún tiempo, una niña vivía en ese mundo y tanto la niña como en mundo donde vivía se habían ido adaptando el uno al otro. (Aunque para ser sinceros, más bien lo segundo). Hasta ese momento todos vivían en relativa armonía, pero llegó un día en que la niña se convirtió en tornado. Aprendió a levantarse, a ir de un lado a otro sin control, a subirse a los sitios, a coger las cosas y lanzarlas por el aire. Llegó el caos a ese mundo y aquel pequeño jardín en lo alto de aquella pequeña colina blanca no estaba lo suficientemente alto para mantenerse alejado de la niña tornado.

[…]»

 

Microhistorias n1. La niña ninja.

«Érase una vez una niña ninja. Era conocida en el barrio entero porque nació con un don: sabía dar la poderosa patada ninja.
Ya dentro de la tripa de su madre practicaba sin parar hasta que alcanzó la perfección al nacer. La niña era tan impulsiva con su patada que a veces alcanzaba su fuente de alimentación, pero no importaba porque en seguida se recuperaba.
No conocía enemigos porque ninguno se atrevía a desafiarla salvo uno, el hipo malvado. El hipo era tan sigiloso que se colaba en su cuerpo sin que se notara. Era entonces cuando comenzaba una batalla sin igual. Ella lanzaba su patada sin parar hasta que el malvado hipo se rendía y abandonaba su cuerpo hasta el próximo asalto. […]»